Luchaba de forma feroz y devoraba con miradas aquello que no podía sostener con calma y perspectiva.
La última vez que le vi todavía respiraba, que era mucho más de lo que podían decir los demás que le acompañaban.
Era un día normal, con temperatura ideal, en calma.
Era un día de esos que nadie puede creer que vaya a pasar algo extraordinario, porque estamos acostumbrados a lo ordinario de lo cotidiano.
Pero sin embargo se fue. Su luz se apagó y todo el universo quedó en suspenso.
Luchaba de forma feroz pero al final, se lo llevó la tormenta.
Quiero que sepas que una de tus poesías marcó mi vida cuando la encontré por casualidad en Internet y te agradezco que me hayas impulsado tanto aunque nunca sabrás mi identidad. Eres capaz de crear cosas hermosas. Espero que te sientas genial. Lo espero de verdad.